viernes, 1 de mayo de 2015

Reseña El Maestro del Agua, de Russell Crowe

La esperanza me mantiene vivo. 

El Maestro del Agua, un debut como director bastante decente para Russell Crowe, con algunas partes irregulares y una fotografía muy rica.





Director: Russell Crowe.
Intérpretes: Russell Crowe, Olga Kurylenko, Jai Courtney, Yilmaz Erdogan, Isabel Lucas, Damon Herriman, Jacqueline McKenzie, Cem Yilmaz, Ryan Corr, Dan Wyllie, Deniz Akdeniz.
Año: 2014.
Duración: 111 min.
Género: drama bélico, Batalla de Galípoli.

Sinopsis: Cuatro años después de la devastadora batalla de Gallipoli de 1915, Connor (Russell Crowe) viaja a Estambul para descubrir qué ha pasado con sus tres hijos, declarados desaparecidos en combate. Allí forja una relación con una mujer turca (Olga Kurylenko), propietaria del hotel en el que se hospeda. Aferrado a la esperanza y con la ayuda de un oficial turco, Connor se embarca en un viaje a través del país para descubrir la verdad.


La Batalla de Galípoli (1915-1916) fue una de las más cruentas y duras de la Primera Guerra Mundial; los británicos tuvieron aproximadamente unas 250.000 bajas, incluyendo australianos y neozelandeses de las tropas ANZAC (Australian and New Zealand Army Corps), mientras que los franceses sufrieron cerca de 50.000 bajas y el Imperio otomano 250.000. Quienes más la recuerdan con aflicción son los australianos, que a su vez se consolidaron como una nación al volver de ella, ya que partieron como representantes de seis estados y volvieron unidos como uno. El Maestro del Agua tiene como telón de fondo dicha batalla.

Se ve que las intenciones de Russell Crowe para con la película son buenas, profundas y sentidas, y no por eso hace de la película un melodrama sensiblero bélico. El común problema de un actor que pasa a la silla de director es que sabe muy bien dirigir a sus actores y actrices, sabe qué decirles, cómo guiarlos, pero hay otras cuestiones en las que no pueden actuar con tanta soltura o cabeza. Se nota en el film de Crowe que hay cosas cogidas con hilos (como la trama romántica), pero para ser su primera película, y además un a bélica, el resultado se disfruta y valora bastante. No es grandiosa (aunque lo intenta), pero tampoco absurda; a pesar de sus partes irregulares (como el montaje de flashbacks, que algunos sí quedan bien, pero otros no) y la poca notoriedad de interpretación salgo Crowe y Kurylenko, la película acaba resultando sólida.

Russell Crowe está tan excelente como cabía esperar en el rol de padre y esposo atento, que a pesar de saber que sus hijos están desaparecidos en combate y su mujer sumida en una gran pena, su esperanza le mantiene en pie, y hará cualquier cosas por averiguar qué fue de ellos. Se nota que es su presencia la que mantiene a flote todo el proyecto, ya sea por su propio nombre o por su talento, o por ambas cosas. Olga Kurylenko, al contrario de lo que me habían dicho personas que vieron la película antes que yo, me ha parecido muy correcta. Sobre todo destacar su preparación para el papel y su soltura con los idiomas; eso le suma mucho al valor de un actor. A pesar de que no acaba de cuadrarme del todo el planteamiento romántico de los protagonistas, tanto a Russell como a Olga se les ve muy bien en pantalla. Poco se pueden destacar las actuaciones de secundarios, pero no por ello no cabe mencionarlos, como la presencia de Yilmaz Erdogan y Jai Courtney

Creo que Russell ha cumplido como debutante en dirección; el resultado no es brillante, pero es ambicioso, es sentido y honesto. Cojea en términos de guión, en un montaje irregular (los flashbacks, que son bastante interesantes, podrían haberse repartido por la línea de la historia mejor) y en un difuminado trabajo del reparto secundario. ¿Es porque en Crowe recae todo el protagonismo y la atención? Tal vez, pero eso no quita que sus compañeros no puedan destacar más. Eso sí: tiene una preciosa fotografía del desafortunadamente y reciente fallecido Andrew Lesnie y una ambientación poderosa. Crowe puede hacerlo mejor; a pesar de que El Maestro del Agua tiene un ritmo irregular que le hace perder estilo, denota buen hacer directivo. El tiempo dirá.


No lo olvides: Las buenas intenciones de Crowe como director debutante, su actuación y la espléndida fotografía de Andrew Lesnie.
Olvídalo: Es una pena que el momento culmen de emoción del film resulte ser tan frío...

En conclusión: Crowe ha marcado su camino como director. Le falta mejorar. Pero para ser la primera vez, no ha sido tan desastroso como se avecinaba. Es ambicioso, y se le ve el potencial.

NOTA: 6/10

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