miércoles, 4 de marzo de 2015

Reseña Kingsman: Servicio Secreto, de Matthew Vaughn

Los modales hacen al hombre.

Fastuosa, hilarante y creativa película de espías. Matthew Vaughn ha conseguido con Kingsman un espectáculo realmente sobresaliente.





Director: Matthew Vaughn.
Intérpretes: Colin Firth, Taron Egerton, Samuel L. Jackson, Mark Hamill, Mark Strong, Michael Caine, Sofia Boutella, Jack Davenport, Sophie Cookson.
Año: 2015.
Duración: 129 min.
Género: thriller, acción, comedia, espionaje.

Sinopsis: Adaptación del cómic de Mark Millar y Dave Gibbons. Un veterano agente secreto inglés (Colin Firth) se propone entrenar a Eggsy (Taron Egerton), un joven de los suburbios que promete convertirse en un competitivo agente, mediante un ultra-programa de entrenamiento. Al mismo tiempo, una amenaza de nivel mundial emerge procedente de un genio retorcido.


Era ya mucho tiempo esperando esta película. Demasiado. Y eso que no me había leído el comic (con los comics me pasa al contrario que con los libros; prefiero leerlos una vez vista la película). Pero ha merecido tantísimo la pena tener paciencia. Desde el primer minuto, desde que empieza a sonar Money for Nothing, ya se te ilumina el rostro y piensas ''Esto va a estar muy, muy bien''. Y vaya que lo está.

Una de las mejores cualidades de Matthew Vaughn es que trata a sus películas con mucho mimo, pensando en todo, queriendo mostrar lo mejor de cada elemento. El resultado de esto es siempre el mejor, y Vaughn ha demostrado que a pesar de su corta filmografía, desde Layer Cake ha hecho cine con mucha personalidad y de calidad, sabiendo combinar diferentes géneros, personajes y ambientes en películas espléndidas. La crítica social, en especial a las nuevas tecnologías, de la mano de un villano pintoresco y divertido, pero a la vez feroz y mortal, y un grupo de espías trajeados, elegantes, british gentleman a más no poder, pero también gamberros, brutales, letales, es lo que da forma a Kingsman. Porque uno de sus puntos más atractivos es que sí, es una película de espías, ¿a quién no puede gustarle eso? Pero añádele el factor cómico, el factor sinvergüenza, chulesco, que aun así mantiene su porte y distinción, y tienes Kingsman, una película a otro nivel, uno superior, uno que no deja indiferente a nadie y que encanta, divierte y deslumbra a todos.

Ya tenía ganas yo de ver a Colin Firth, mi actor británico favorito por excelencia, en una película de acción como Dios manda; verle dar golpes, pegar tiros y hacer piruetas sin perder la compostura. Quién me iba a decir a mi que eso me iba a resultar tan sexy. Sin ir más lejos, y por señalar una de las varias que tiene, la alucinante aunque cruenta escena de la iglesia; que sí, que es brutal y violenta, pero tiene su toque sexy, ya sea en el sentido que cada uno le quiera dar (yo: todos). Meteórica, ascendente es la carrera de Colin Firth por fin desde muy recientemente, a pesar de tener ya bastantes películas a sus espaldas, y aun así demuestra que es capaz de hacer de todo y bien. Su elegancia interpretativa está en perfecta armonía con el aire de acción intrépida de Kingsman. Ha hecho un gran trabajo, y esperamos verle más en este tipo de papeles. Taron Egerton por su parte, para ser su primera gran producción, ha demostrado tener carisma y dotes interpretativas, pasando de ser chico de los suburbios problemático a caballerete espía con modales con bastante soltura y naturalidad. Quizás hay que darle un margen y esperar a ver cómo continúa su carrera, pero no ha empezado nada mal. Samuel L. Jackson: genio del mal, siseante serpiente que irónicamente no le gusta la violencia. Sin duda un villano de lo más peculiar, cuyo único fin es adueñarse del mundo, sin dilemas morales de ningún tipo, sólo hacerse con el control. Muy original tanto el personaje como la meta a conseguir y los pasos que lleva a cabo para llegar a ella. Su mano derecha, esa grácil y letal gacela interpretada por Sofia Boutella, ofrece algunas escenas realmente sorprendentes. Michael Caine, Mark Hamill (en un cameo desternillante y adorable para sus fans) y Mark Strong completan un elenco de calidad, que está a la altura en todas las circunstancias, magnífico.

Los tintes que ya mostraba Matthew Vaughn en Kick-Ass, de guasonería y factor gore, junto a la deslumbrante forma de narración elegante y madura de First Class, se combinan con esplendor en Kingsman, un perfecto ejemplo de película comiquera bien estructurada, amena y entretenida, que sorprende conforme avanza, ya sea por su guión (firmado por el propio Vaughn y por Jane Goldman), con esas ocurrencias tan acertadas (la escena de las cabezas, por favor) como por sus increíbles escenas de acción, intensas y muy bien rodadas y presentadas. Henry Jackman vuelve a firmar la partitura con una banda sonora que recuerda a la que hiciera para First Class y recientemente la compuesta para Big Hero 6, y las canciones escogidas para completar la soundtrack: sublimes. Y la fotografía de George Richmond es brillante y muy lucida, me ha gustado bastante. Estoy más que encantada con la película: chispeante, con garra, madura, con acción, intrépida... Son muchos los adjetivos que le podría dar. Lo mejor es que la veáis y os quedéis prendados con ella.


No lo olvides: Todo, desde el elenco de lujo y su reluciente guión hasta su fotografía y sus impresionantes escenas de acción, entre muchas cosas más.
Olvídalo: Supercalifragilisticoespialidosamente nada.

En conclusión: Ya era hora de tener una película sobre espionaje tan fresca, brutal y portentosa. Una sátira con ingenio y dinámica, acción divertida, pícara y deliciosa. Impecable película de Vaughn.

NOTA: 10/10

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