A Roma con amor, divertida e hilarante comedia a cargo de Woody Allen, pero está muy lejos de estar en el top de sus mejores películas.
Director: Woody Allen.
Intérpretes: Alec Baldwin, Ellen Page, Jesse Eisenberg, Penélope Cruz, Woody Allen, Roberto Benigni, Judy Davis, Greta Berwig, Alison Pill, Alessandro Tiberi.
Año: 2012.
Duración: 102 min.
Género: Comedia romántica.
Sinopsis: Roma, la ciudad eterna, nos presenta cuatro historias independiente unidas por esta magnífica ciudad. Cuatro historias llenas de amor, humor y situaciones delirantes.
Siento el retraso de dos semanas con esta reseña, pero para qué engañaros, estaba muy vaga para terminarla. Sin más dilación aquí la tenéis. He estado todo septiembre sin ir al cine por la sencilla razón de que The deep blue sea, el único estreno que de verdad me interesaba (junto a A Roma con amor) no se ha estrenado en mi ciudad (por fin esta semana he visto que la estrenan, ¡POR FIN!). Estar sin visitar mi santuario tanto tiempo me era ya imposible, y el miércoles decidí ir a la película de Woody Allen, con la esperanza de encontrarme con algo fresco en una ciudad que visité este año, la impresionante Roma. Pero a pesar de todo, no me ha dejado el regustillo mágico y especial que hizo con Midnight in Paris.
La maldición de A Roma con amor es esa. Se la compara con Midnight in Paris, una película mágica, llena de encanto, de sencillez, de luz...podría seguir añadiendo halagos (¿se nota ya que es mi película favorita de Allen?). Pero si te olvidas por un momento de ella, verás que A Roma con amor no está tan mal. No es una maravilla a nivel de dirección, la veo bastante sencilla. Con lo que me gustan los planos que hace Woody sobre una ciudad, aquí me defraudó un poco, y eso que este año estuve en Roma de viaje de fin de curso. Me enamoré de la ciudad, y la guía turística que pensaba que Allen iba a hacer, no apareció...Quitando detalles técnicos, es una comedia muy amena que no aburre en ningún momento. Llena de momentos desternillantes sobre todo gracias al propio Woody Allen y a Alec Baldwin, la única pega que tengo sobre el guión es lo poco claro que queda la ''existencia de éste último, Baldwin. Se lleva un rollo a lo fantasmas de Cuento de Navidad, que están, pero no están, que los otros personajes interactúan con él, pero a veces sólo uno de ellos se da cuenta de que Alec está ahí...muy surrealista y extraño. De la música no hace falta hablar mucho porque es perfecta. Es lo que nunca falla en una película de Woody Allen, y aquí se merece todo mi amor y atención. Soy una gran amante de la ópera, y estando en italiano lo menos que se podía hacer es representar piezas operísticas, además de baladitas con un acordeón y demás...precioso.
Cuatro historias, cuatro pequeños párrafos para hablar de cada uno de los actores y su trabajo:
La historia de Pe: A pesar de no considerarme una ferviente fan de Penélope Cruz, más bien porque...no me gusta (ya lo he dicho), en A Roma con amor interpreta a una prostituta italiana llamada Anna (Woody y su amor apasionado hacia esta señoritas de servicios públicos) que por equivocación aparece en la habitación de Antonio (un Alessandro Tiberi realmente divertido que tiene escenas muy graciosas, me encantó), un joven recién casado cuya mujer (Alessandra Mastronardi) se ha perdido por la ciudad de Roma y no sabe nada. Antonio tendrá que fingir delante de unos familiares que Anna es su mujer, lo que da lugar a momentos muy divertidos. Además no sé si será por el doblaje, pero ha ayudado a que Pe me haya gustado por su forma de hablar vulgar y común.
La historia de Roberto: Leopoldo (Roberto Benigni, tan increíble como siempre) es un trabajador del montón, con una familia y una vida normal, sin lujos, pero sin preocupaciones. De repente, un día le llega la fama sin saber bien por qué. Se trata de una crítica a las altas esferas a los famosos, cómo los periodistas no paran quietos y de cómo se le puede subir a uno la fama. Leopoldo empieza poco a poco a acostumbrarse a esa fama, empieza a ir a preestrenos de películas y a comer en elegante restaurantes...¿pero qué pasaría si su momento de gloria se desvaneciese? ¿La echaría de menos, o aceptaría volver a ser un pez pequeño en un gran estanque?
La historia de Jesse: Ains, el amor juvenil. Cómo puede irse al entrar en tu vida algo nuevo, explosivo, exótico, atrevido, sexy...Esta es la historia de cómo John (Alec Baldwin), el fantasma de las navidades pasadas cuya existencia aún me cuestiono por los motivos que expuse arriba, entra en la vida de Jack (Jesse Eisenberg, la versión juvenil de Woody Allen, como digo yo. Siempre me ha recordado a él), un joven que admira su trabajo arquitectónico y le invita a pasar unos días con él y con su novia. Sin comerlo ni beberlo, una actriz llamada Monica (Ellen Page, impecable, divertida, seductora), amiga de la novia de Jack, va a pasar unos días con ellos en Roma, ya que ella ha cortado con su novio y necesita un cambio de aires. Jack se convence de que aunque Monica es sensacional, no va a empezar una relación con ella, pero Pepito John Grillo empieza a meterse en su mente diciéndole que no se engañe, que no tiene tanta fuerza de voluntad como para rechazar a tal bomba de relojería. ¿Qué pasa? Pues que Jack no puede resistirlo. Esta historia a mi me transmitió el mensaje de que aunque algo realmente increíble entre en nuestras vidas, puede que luego no sea tan genial como esperamos, pero nuestra ansia y ganas de comernos el mundo a veces no escuchará a nuestra conciencia y haremos locuras de las que más tarde nos podríamos arrepentir...o no, todo depende de nuestra suerte.
La historia de Woody: Llegamos a la cuarta y última historia. Jerry y Sally (Woody Allen y Greta Gerwig, una pareja que me ha encantado) viajan a Roma para visitar a su hija (July Davis, mi querida Zelda Fitzgerald en Midnight in Paris), quien se fue de vacaciones a Roma y encontró el amor con Michelangelo (Flavio Parenti). Jerry no aprueba en un principio su unión, ya que no es muy partidario de las ideologías de Michelangelo ni del trabajo de su padre. Pero tras escuchar a éste cantar en la ducha, tiene una brillante idea: llevarlo al escenario a cantar, porque su voz es impresionante El problema es que Jerry tiene unas ideas demasiado excéntricas y ''avanzadas para su época'', como interpretar una obra con todo el reparto vestidos como ratas blancas. Y la idea que se le ha ocurrido con el padre de Michelangelo no es que sea muy convencional, pero dará resultado. Una historia muy divertida, llena de momentos desternillantes porque Woody Allen lo vale, con frases memorables y neuróticas y con escenas con las que no podrás dejar de reír.
No lo olvides: La película está repleta de momentos realmente divertidos. Es muy entretenida, no aburre. Una banda sonora como siempre ideal y muy deliciosamente elegida. Woody Allen lo mejor del reparto, aunque todos son magníficos, pero su humor neurótico es divertidísimo. A pesar de que a mi Penélope Cruz no me gusta mucho, en esta película ha conseguido agradarme bastante.
Olvídalo: No es lo mejor de la filmografía del director, pero aun así se puede ver, y no disgusta, para nada.
Conclusión: Mi consejo para ver A Roma con amor es verla como una comedia que supera a muchas otras, y poner en segundo plano que es del gran Woody Allen, porque llegaréis al punto de compararla con otras obras y no la disfrutaréis lo que se debe disfrutar. La mejor comedia de este año de momento junto a Ted.
NOTA: 7/10
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